El Diario de la Tarde publicó el 2 de agosto de 1837 una de las críticas más agudas a los discuros pronunciados en la inauguración del Salón Literario. El texto fue firmado con el seudónimo de "Un lechuguino", término que, según la Real Academia Española, significa "muchacho imberbe que se mete a galatenar aparentando ser hombre hecho" o bien un "hombre joven que se compone mucho y sigue rigurosamente la moda", definiciones en las que se transparentaba la referencia a los jóvenes agrupados en torno al Salón. Se ha atribuido este irónico seudónimo a Pedro de Ángelis, intelectual y diarista "oficial" del gobierno de J. M. de Rosas, que se habría acercado, en principio, a las reuniones de la Librería Argentina, alejándose enseguida de este círculo (Cf. Weinberg 1958).
Referencia bibliográfica
- Weinberg, Félix. 1958. El Salón literario. Buenos Aires: Hachette - El pasado argentino.
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