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Un paseo por el Patio de Recuerdos del Museo Azul de las islas de Chiloé Peter Mason
The Hague, Netherlands

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Un continente extraño




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Provincia de Chiloé; Espinoza, Enrique


De vuelta a Francia en la primavera del año 1558, después de una estancia de casi doce meses en Brasil, Jean de Léry (1536-1613) escribió que, empujados por el hambre, los pasajeros fueron obligados a comer los últimos monos y aras, 'poniéndoles en el gabinete de su memoria'. Si los animales y pájaros exóticos no hubieran terminado en este 'gabinete' metafórico, indudablemente habrían sido colocados en uno de los gabinetes europeos, del mismo modo que el tucán, el tocado de plumas, las mantas y el arco y flechas que llevó de América a la corte francesa el gran rival de Léry, André Thevet (1516-1592).

Fue en el siglo XVI - época en que la recepción europea de América estaba comenzando a gran escala- que surgío un tipo de colección que pertenecía a la prehistoria del museo: el gabinete de curiosidades. En España, por ejemplo, encontramos la primera cámara de maravillas en el retiro de Yuste donde se domicilió Carlos V al abdicar en el año 1555, mientras que muchos de los tesoros americanos exhibidos en Toledo, Valladolid y Bruselas fueron llevados después al castillo de Simancas. La colección en Simancas incluía una caja de oro y plata con una pareja de indios portadores de una alabarda, una caña de oro 'de la muestra del trigo de las yndias', dos zapatos de las indias del Perú, una corona de algodón verde con plumas coloradas, un pabellón de la India, collares, plumas multicolores, piedras preciosas, joyas de la india y una rubrica de 'espadas de las yndias', que comprendía una enorme cantidad de piedras verdes enmarcadas en oro. Las actividades coleccionistas de Carlos V fueron continuadas por su hijo, Felipe II. En el inventario del castillo de Simancas realizado a la muerte de Felipe II se incluyen mariposas, cabezas de serpiente, águilas y otras joyas mexicanas. El mismo Felipe encargó al doctor Francisco Hernández la recopilación de una obra enorme sobre la historia natural de las Américas, la Historia de las plantas de Nueva España; cuyos volúmenes perecieron en el incendio que se produjo en el Escorial en 1671.

Americana circulaban ampliamente dentro del imperio Habsburgo, de modo que muchos ejemplares de obras de plumas mexicanas, por ejemplo, llegaron a Viena o al castillo de Fernando II en Innsbruck, Austria - uno de los ejemplos los más destacados del Kunst- und Wunderkammer. Máscaras, cráneos incrustados, wampum norteamericanos, arte plumaria, cultillos, figurillas animales, espejos de obsidiana, armas, cerámica, códices, instrumentos de música y otros objetos americanos entraron en las colecciones europeas a la par de maravillas de los demás continentes: zapatos, joyas, espadas, antigüedades del mundo mediterráneo, momías, medallas y monedas, herrería, etcétera. Además de estos artificialia, las colecciones incluían a los naturalia: el bezoar (concreción calcárea que se encuentra en las vías digestivas de algunos ruminantes), el coral, la fauna exótica como el camaleón, el ave de paraíso, el tucán, la barnacla (pato que se creía naciente de los árboles de las orillas), las conchas y piedras preciosas, la madera petrificada, etcétera. Atrayeron atención particular los híbridos que contravinieron el límite entre lo natural y lo cultural: nautilos engastados en monturas de metal precioso, copas hechas de hueso o de coco, resistiendo a una clasificacíon simple. El conde Benavente, don Rodrigo Alonso Pimentel, poseía una piedra que contenía un hueso animal, y en su castillo en Innsbruck Fernando II tenía una asta enclavada en un tronco - ¿animal o vegetal?

Este es el espacio físico y mental en que visitantes de las colecciones en España, Francia, Austria, Italia, Alemania, Dinamarca y otros países tenían la oportunidad de observar americana: no representaciones textuales o visuales del nuevo mundo, sino objetos tangibles que presentaban, aunque fuera de una manera fragmentaria, ese mundo remoto. Y el hecho que fueron presentados en un gabinete de curiosidades contribuyó a formar una imágen de las Américas como mundo extraño, exótico, desconocido, lleno de maravillas.

Retórica, política, poética




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Golfo de Quetalmahue, Bahia de Ancud y Canal de Chacao; Maldonado C., Roberto


Como cualquier institución, el gabinete de curiosidades tiene su propia retórica, su política, su poética. Dado el hecho de que la mayoría de los coleccionistas pertenecían al aparato del estado monárquico, sus valores y intereses aristocráticos se reflejaban en la selección y colocación de los objetos en el gabinete. Los efectos de este 'filtro aristocrático' se notan, por ejemplo, en el interés por las armas y la heráldica, las pinturas de escudos de armas y los retratos, como también en la preocupación con el 'linaje' del objeto. La llamada 'manta de Powhatan' (anteriormente en la colección de los Tradescant en Inglaterra, ahora en el Ashmolean Museum en Oxford) ni es una manta ni tiene relación demostrable con Powhatan (más conocida como según su nombre literario de 'Pocahontas'), pero el deseo de fabricar un linaje aristocrático para el objeto ha vencido las consideraciones etnohistóricas. En cuanto a la colocación de los objetos, podemos caracterizarla como proceso de nivelación. Cuando tienen primacía los objetos exóticos (el ave del paraíso, el basilisco, el pollo bicefalo, el tatú), el efecto es de exotizar cada elemento de la colección, de modo que hasta los objetos más familiares adquieran un sabor exótico.

En cuanto a la retórica y la poética del gabinete de curiosidades, podemos distinguir algunas figuras principales. Hay en primer lugar una tautología en el acto de inscribir la figura de un avestruz sobre la superficie de un huevo de avestruz, o en el rinoceronte que se cincela en un cuerno de rinoceronte. Otra figura retórica es el pars pro toto o sinécdoque, como manera de designar una cosa con el nombre de otra que no es más que una parte de ella. Así que la presencia dentro del gabinete de curiosidades del cuerno de unicornio (o menos poéticamente, diente de narval), del pene de ballena, o del pico de tucán, evoca el mundo más grande a que pertenecen estas piezas fragmentarias. El gabinete de curiosidades tampoco rehuye la reiteración, la presencia de más de un representante de un tipo; por regla general, es sólo en las colecciones posteriores que el impulso de reflejar el macrocosmo en el microcosmo del gabinete implica tanto una ambición totalitaria de conseguir representantes de cada forma animal, vegetal y mineral, como la necesidad de eliminar las redundancias. Y la poética del gabinete de curiosidades juega con la distinción entre lo natural y lo artificial. El coral, por ejemplo, fue clasificado de manera distinta por varios científicos, y obras decorativas de coral combinaban una substancia natural con el trabajo del homo artifex.

Una vuelta por el patio de recuerdos

Aunque en la mayoría de los casos la emergencia del gabinete de curiosidades haya sido un fenómeno histórico del siglo XVI, esta forma prehistórica del museo tuvo sus raíces en tipos anteriores de colecciones: el cuarto de trabajo humanista, la cámara de tesoro aristocrática, la colección de reliquias eclesiásticas. Tampoco se extinguió a finales del siglo XVI, bien que por entonces se perfiló una división de trabajo según la cual los objetos de los gabinetes de curiosidades se dispersaron entre los museos de arqueología, de historia natural (como fue el caso del Museo de Historia Natural chileno en la Quinta Normal de Santiago), y de etnología.

Hoy en día, el gabinete de curiosidades generalmente se considera como una etapa temprana en la historia del museo, que fue reemplazado gradualmente por el museo cívico moderno como La Louvre en París o el British Museum en Londres. Sin embargo, el hecho de que el gabinete de curiosedades no haya padecido el mismo destino que el dodo lo confirma la existencia de la casa de Pablo Neruda en Isla Negra, verdadera cámara de maravillas. ¿También será el caso del Museoazul de las islas de Chiloé?

La cámara de tesoro, como hemos visto, era a veces una combinación de presentación y de representación en la que coexistían los objetos de historia natural (presentaciones del mundo) con los cuadros, las esculturas, los grabados, etcétera (representaciones del mundo). Una colección como la de don Juan Hurtado de Mendoza, donde las curiosidades y los cuadros ocupaban el mismo espacio, es ejemplo de esa colección 'mixta', mitad cámara de maravillas, mitad museo de bellas artes. La misma división se encuentra en los dos patios del Museoazul. Un patio contiene esculturas de las figuras de la mitología de Chiloé; son las representaciones. En este ensayo, sin embargo, pasaremos de las representaciones a las presentaciones, de la mitología a la historia, y enfocaremos las presentaciones de Chiloé en el Patio de Recuerdos, un área apróximadamente rectangular en las afueras del museo, mirando hacia el Mar Pacífico.

Inventario

Hay veintiun objetos en el Patio de Recuerdos. El primero en llamar la atención del visitante es una pieza de madera grabada con el mensaje 'Patio de Recuerdos'. Para enfatizar que el patio no es un área nostálgico y sentimental, otra seña a la izquierda lleva las palabras 'el pueblo que no respeta su pasado no tendra futuro'. Apuntemos que los dos mensajes -intervenciones humanas- son inscritos en la madera, sustancia natural y local a la vez que es una parte -pars pro toto- de Chiloé.

Caminando por el lado de la izquierda, llegamos a un objeto con el rótulo: 'PEROL. Servía para preparar el rancho en el Regimiento Chiloé, cuando estaba en Ancud (1925)'. Detrás de esto, encontramos 'MALACATE. Máquina Trilladora' y 'DORNAJO. Máquina para moler manzanas'. Si pasamos al lado de la derecha, descubrimos una serie de máquinas relacionadas con la industria local y la preparación de comida. Al lado del dornajo hay otro dornajo con rótulo idéntico (la reduplicacion, como hemos visto, nor era ajena al gabinete de curiosedades). Al lado de este segundo dornajo se lee 'PRENSA. Máquina para fabricar chicha de manzanas', 'BIRLOCHE. Carro para e transporte de madera', y 'CHANGUAY. Carro para el transporte de madera'.




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Goleta Ancud tomando Magallanes; Garcìa, H.G.


Detrás de estas máquinas y carros, por el lado del patio que da al mar, se encuentran tres objetos más grandes que evocan las actividades humanas de mayor trascendencia que la producción de chicha o el transporte de madera. El primero tiene el rótulo: 'CASA - COCINA TIPICA DE CHILOE, traída de Pugueñun [un sitio a unos veinte kilometros de Ancud] en octubre del año 1979, construída en el año 1915'. Al lado de la casa se encuentra otro objeto del culto nacional de memoria:
'una replica exacta de la goleta que fue construida en Ancud y con la cual Chile tomó posesión del estrecho de Magallanes el dia 21 de septiembre de 1843. Esta replica fue inaugurada el dia 6 de diciembre del año 1984'
.

Aquí se ve una concentración de actividades en los años 70 y 80 del siglo XX para recuperar (¿o reinventar?) la tradición local y nacional, o mejor, para recuperar el momento histórico en que la isla de Chiloé fue incorporada a la historia nacional. El énfasis militar se acentua por el tercer objeto en esta serie: 'cañon siglo XIX', traído del sistema fortificado de la península Lacuy, frente a Ancud. Barco, cañon, casa: estos tres objetos en el Patio de Recuerdos evocan la imagen de una comunidad local (casa), capaz de defenderse frente al mundo exterior (cañon) y de participar en las iniciativas expansionistas cuando sea necesario (barco). Por supuesto, cada uno de estos objetos es manufacturado, señal del dominio de los habitantes de la isla de Chiloé sobre su ámbito natural y político.

Ahora regresemos, pasando por el lado derecho del patio, desde el cañon al punto de partida. Los objetos en esta parte son todos sacados del mundo natural: 'Piedra agata', 'Tronco Petrificado', 'Arbol petrificado. fragmento del tronco'. Irónicamente, la marca misma de este árbol petrificado es fragmentaria también, seña tautológica que resalta el estado relativamente descuidado de este grupo como conjunto. Es como si la naturaleza hubiera reconquistado estos objetos, rescatándolos de una taxonomía demasiado rígida. Sintomáticamente, es sólo en ésta parte del patio que encontramos algunos objetos sin rótulo: un pedazo de roca y una piedra incrustada con conchas, ambos colocados cerca del árbol petrificado.

Ahora hemos caminado por tres lados del perímetro del patio. ¿Qué se encuentra, sin embargo, en el área central?

A ambos costados de la seña 'Patio de Recuerdos' encontramos 'una piedra de molino'. Uno de los rótulos añade las palabras: 'se usaba para moler trigo o café tostado'. Más al fondo, o sea, en el ombligo del patio, se encuentra un objeto con el rótulo: 'Rocas Sedimentarias, de 10 millones de años. Hay un roquerío proveniente de la playa "los Hermanos", ubicada en la península de Lacui-Ancud'. Pero estas rocas sedimentarias no son sedentarias; pegadas para formar una masa aglomerada, se erigen para componer una especie de híbrido entre una columna fálica y unas bolas de helado italiano. Naturalia (rocas) han sido procesadas por mano humana (artifex) para llegar a este producto mitad natural, mitad artificial.

El Patio de Recuerdos, por lo tanto, no es meramente una mezcla desordenada de objetos heterogéneos. Presenta objetos en una condición natural (tronco petrificado); presenta objetos en una condición altamente refinada (cañon, goleta); y presenta objetos en una condición intermedia (rocas sedimentarias). El patio de recuerdos es una reflexión sobre y reflejo de la posición cultural y política de la isla de Chiloé, que simultáneamente pertenece y no pertenece a la cultura nacional.

Patio de recuerdos, patio de maravillas

¿Cuales son los rasgos del gabinete de curiosidades que podemos percibir también en el Patio de Recuerdos? Obviamente, los objetos pertenecen a lo natural, a lo artificial, o a una mezcla entre ambos. Como el coral elaborado del gabinete, las rocas sedimentarias del patio confunden los dos registros. O sea, el Patio de Recuerdos comparte el interés por lo híbrido con el gabinete de curiosidades. Como veremos, este enfoque sobre la transgresión, este deseo de distinguir y confundir registros a la vez, está íntimamente relacionado con la dinámica de esta poética (derivado del griego poiein, 'hacer').

También podemos identificar el proceso de nivelación en el patio. Prestamos significación a un pedazo de roca sin rótulo sencillamente porque se encuentra cerca de otros pedazos de piedra que han merecido una marca. El gabinete de curiosidades, al igual que el Patio de Recuerdos, es un sitio democrático y nivelador.

Reconocemos también la preocupación por el linaje. El cañon no es un cañon cualquiera, la goleta no es cualquier goleta, sino que son relacionados a momentos y lugares particulares dentro del linaje de la nación.

En cuanto a las figuras retóricas y poéticas, la figura del pars pro toto se aplica por definición a cada objeto fragmentario, pero también se aplica a los objetos como la casa: el edificio mismo representa una comunidad histórica local. Y por fin, la inscripción del mensaje 'Patio de Recuerdos' tiene algo tautológico: reliquia de un árbol ya talado hace años, la madera misma repite el mismo mensaje; es un recuerdo del pasado.

El juego del concreto

Estos comentarios sobre el Patio de Recuerdos no reflejan un impulso para ordenar lo que a la primera vista parece ser una mezcla miscelánea y arbitraria de objetos heterogéneos. No estoy tratando de reducirlos a cualquier tipo de esquema, o de explicarlos. En cambio, lo que quiero mostrar (en el sentido de Wittgenstein) es la materialidad poética del Patio de Recuerdos.

En este contexto, quizás valga la pena comparar dicha poética con el proceso llamado 'bricolage' por el antropólogo Claude Lévi-Strauss. En sus bien conocidos estudios sobre el 'pensamiento salvaje' y la mitología, intentó mostrar como las herramientas y los artefactos pueden contribuir a un proceso de razonamiento que aborda cuestiones metafísicas complejas. A pesar del exotismo de sus elementos, él sostiene, los mitos pueden ser los vehículos a través de los cuales el pensamiento abstracto acontece, produciéndo así una ciencia del concreto.

Sin querer recurrir a oposiciones binarias, me permito sugerir que el tipo de pensamiento desplegado en el gabinete de curiosidades (y en el Patio de Recuerdos) es muy distinto del proceso de bricolage. Mientras que el bricolage arrostra y afronta los problemas epistemológicos o cognitivos, la poética del gabinete de curiosidades es fundamentalmente imaginativa. Aunque los objetos hayan sido clasificados como naturales, artificiales o según alguna categoría intermedia, no se usan para reflexionar sobre lo natural y lo artificial, lo crudo y lo cocido. Precisamente por eso, mientras el intento bien intencionado de Lévi-Strauss por prestar dignidad al pensamiento 'salvaje' al elevarlo al nivel de la razón especulativa vuelve a caer en la trampa de asimilar el mundo no-occidental a un modo de pensar propio de la tradición europea, la poética y política del gabinete de curiosidades proporcionan una forma de resistir a la ambición totalitaria de la razón. En el siglo XVI, la época de las cámaras de maravillas, se pensaba que el Nuevo Mundo estaba poblado por razas de hombres monstruosos, por seres maravillosos. En otro lugar he avanzado la proposición de que estos seres maravillosos constituyan un obstáculo recalcitrante que se resiste a obedecer las órdenes del pensamiento ordenador. De la misma manera, la poética del gabinete de curiosidades ofrece un campo libre donde la imaginación humana puede jugar en lugar de trabajar.

Lo caliente y lo frío


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Una de las razones por las cuales nos es más facil comparar un patio de recuerdos de finales del siglo XX con un gabinete de curiosidades del siglo XVI es el hecho de vivir en la época posmoderna. Los rasgos excéntricos del gabinete de curiosidades nos parecen menos extraños porque nos hemos acostumbrado rápidamente a las yuxtaposiciones inusuales que caracterizan a la estética posmodernista. En este sentido, podemos considerar el patio de recuerdos como 'una calle nueva en una vieja ciudad surcada por viejas calles remozadas que se cruzan con otras menos antiguas'.

En el audaz ensayo de donde saco esta cita (que refiere a su vez a la obra de Walter Benjamin), Francisco Gallardo lanza la distinción entre posmodernismo frío y posmodernismo caliente. Según Gallardo, el posmodernismo frío desempeña una estrategia complaciente centrada en las formas de consumo cultural. La circulación de los objetos en un mercado a escala mundial llega a una borradura de diferencia. Un posmodernismo caliente, sin embargo, implica

'una forma de presentar las obras de "otras" (de gente de culturas diferentes) que no sea un espejo conformista que refleje nuestra fisonomía exterior, sino que permita hacer un boceto de como somos de dentro'
. Este posmodernismo caliente se encuentra en la poética del Patio de Recuerdos, que es la poética del gabinete de curiosidades. Nos ofrece una manera de vivir la diferencia radical, de experimentar la coexistencia de multiples realidades, de sentir lo que es una estética no conformista, de dar rienda suelta al juego de la imaginación. Es verdad que un pueblo que no respeta su pasado no tendrá futuro; tampoco tendrá futuro cuando muera el juego de la imaginación. En las palabras de Samuel Beckett: 'imagination dead imagine'.

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    Notas bibliográficas mínimas

  • El ensayo de Francisco Gallardo Ibañez, 'El pasado postmoderno: Una aventura en el Museo Chileno de Arte Precolombino (MCHAP)', salió en Museos 10, Santiago de Chile, 1991, páginas 15-19. La fuente fundamental para la historia del gabinete de curiosedades sigue siendo Oliver Impey y Arthur MacGregor (eds.), The Origins of Museums, Oxford, 1985. Otra publicación importante es la revista Journal of the History of Collections, Oxford, 1989 ss. Sobre el gabinete de curiosedades en España veáse J.M. Morán y F. Checa, El coleccionismo en España. De la cámara de maravillas a la galería de pinturas, Madrid, 1985. Para una bibliografía veáse Peter Mason, Infelicities. Representations of the Exotic, Baltimore y Londres, 1998 y, del mismo autor, 'Faithful to the context? The presentation and representation of American objects in European collections', Anuário Antropológico (2002). Sobre la política y la poética de la muestra, he aprendido mucho de Ivan Karp y Steven Lavine (eds.), Exhibiting Cultures. The poetics and Politics of Museum Display, Washington D.C., 1991 y de Mieke Bal, Double Exposures, Londres y Nueva York, 1996.
  • Agradezco vivamente a Francisco Gallardo Ibañez por su amable invitación, a Juan Carlos Olivares Toledo, pensador de la periferia y director del Museoazul de las islas de Chiloé, a mi ángel de guardia en terreno chileno Margarita Alvarado Pérez, a Roberto Edwards por haber posibilitado mi viaje a Chile, y a todos los participantes del simposio ANTROPOLOGIA, REPRESENTACION, POETICA celebrado en Ancud en el año 1998. Las conferencias dadas durante este simposio serán publicados en la colección La Historia Escondida en Toda Historia, editada por el Fondo Matta, Museo Chileno de Arte Precolombino, Santiago de Chile.


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